5 Consejos para no tener rozaduras en los pies al correr
Las rozaduras son una de las peores pesadillas de los corredores, un peligro latente que os puede traicionar en cualquier momento de la carrera. Empieza como una simple molestia, pero luego de algunos kilómetros se transforma en una herida dolorosa que impacta directamente en vuestro rendimiento.
Las rozaduras se producen por la fricción entre la piel del pie y el calcetín. Una fricción repetida en las capas superiores de la dermis termina en ampollas que os pueden dejar afuera de las pistas por algunos días.
Pero tranquilos que hay forma de prevenirlas y evitarlas. Aquí os presentamos cinco consejos que os ayudarán a no tener rozaduras en los pies al correr.
Usa calcetines técnicos
El primer y más valioso consejo es: utilizar calcetines técnicos. Hay muchos corredores que no les dan el valor que se merecen pero la realidad es que usar calcetines es la forma más eficaz de evitar las rozaduras, ya que están diseñados y fabricados especialmente para las necesidades de los corredores.
A veces las rozaduras se producen por la acumulación de sudor en el pie. Los calcetines técnicos tienen fibras y tejidos específicos para que esto no ocurra, y el pie se mantenga seco durante el ejercicio físico.
En este sentido, un error muy común de los corredores novatos es utilizar calcetines de puro algodón que no son recomendables para correr porque no logran eliminar la humedad. A su vez, los calcetines con costuras son otro factor de riesgo para la aparición de rozaduras. Lo mejor es buscar calcetines que no tengan telas sueltas que lastimen el pie.
Elige bien las zapatillas
El otro elemento clave para evitar las rozaduras son las zapatillas. ¿Qué debéis tener en cuenta? Las zapatillas de running se deben ajustar bien al pie. Si quedan demasiado sueltas, el movimiento constante de la carrera provocará lastimaduras. Tampoco deben ser muy pequeñas, porque en ese caso ocurrirá lo mismo. Durante las carreras largas, los pies suelen hincharse, así que siempre debe haber un pequeño espacio para que pueda moverse sin inconvenientes.
Usa cremas, bálsamos y talcos
Si os dirigís a una farmacia podréis encontrar distintos productos que os ayudarán a prevenir las rozaduras. Existen bálsamos que hidratan la piel del pie para que no esté extremadamente seca durante el ejercicio y así evitar la fricción. De igual manera, si vuestro problema es el exceso de sudor, podéis buscar talcos que absorban la humedad. También es muy útil humedecer el pie con vaselina antes y después del entrenamiento.
Consigue plantillas amortiguadoras
Para prevenir las rozaduras en las plantas del pie, los dedos y el metatarso puedes añadir una plantilla extra a la zapatilla que funcionará de amortiguación del pie. De esta forma, hay una capa protectora extra para evitar la fricción.
También puedes buscar calcetines con refuerzo en la zona del metatarso que cuidan al pie de lastimaduras.
Dale uso a los calcetines y zapatillas
Una de las razones más comunes por la que aparecen rozaduras en los pies es al usar calcetines y zapatillas nuevas, ya que muchos de sus componentes todavía tienen que aflojarse. Lo recomendable es estrenarlas y darles uso antes de salir a correr para que el pie se acostumbre. Tanto los calcetines como las zapatillas primero hay que conocer el material, hacerlo a nosotros y darle “rodaje”.
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